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Arquitectos: Estudio GLAD
- Área: 188 m²
- Año: 2014
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Fotografías:Luis Barandiarán
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Proveedores: MON EQUIPAMIENTO, SAVIOTTI

Descripción enviada por el equipo del proyecto. Ubicada en el barrio de Vicente López, esta casa se proyectó buscando un diálogo permanente con el exterior.

En un lote entre medianeras de 10x30 se planteó su organización a partir de una trama de 3x2, en la que, la disposición de los diferentes usos busca articularse con el afuera, tanto hacia el jardín posterior, como hacia el jardín delantero, que se inserta hacia el interior de la vivienda al transformarse en patio lateral, otorgando una dinámica de movimiento al juego de llenos y vacíos que la volumetría propone.


De la misma manera, los ambientes se organizan a partir de la trama para poder disfrutar al máximo de las vistas, tanto al jardín posterior como al patio lateral. Este último, pensado como una expansión propia del espacio de estar, donde el área de disfrute va más allá del sector de estar propiamente dicho, sino que se expande hacia sus lados. La circulación vertical también está en directa relación con el patio lateral, dando a esos dos espacios contiguos la calidad de de un único espacio, un gran vacío central en la trama que funciona como articulador, tanto de ingreso como de relación con el exterior y la calle.


El juego de tamices que se genera a partir del uso de la malla metálica que se inicia en el acceso, a la altura de la línea municipal y que se va sucediendo en planos a medida que se ingresa a la casa, busca mantener una vinculación con la calle sin perder privacidad. La misma textura aparece en su plano posterior, ahora mirando hacia el fondo –donde el jardín está pensado con varias instancias de uso, desde la galería, pasando por la pileta y solarium, hasta la zona de fogón— pero salvaguardando la intimidad del volumen de la planta alta.


En cuanto a la materialidad, la elección del hormigón a la vista busca hacer presente su textura como así también, colaborar –con el uso de losas sin vigas y el uso del vidrio— en la continuidad espacial. La vegetación se pensó desde el principio como materia prima de proyecto, en el que los patios y la disposición de los planos vidriados en relación a ellos sean la fuente de la vinculación del verde con el interior. De la misma manera, las mallas metálicas, además de otorgar la calidad de tamiz, buscan ser el lenguaje material con el que la vegetación entra en diálogo con la casa.

